La iniciativa cuenta con el apoyo del propio Museo, y la colaboración de los Distritos Centro-Ifara y Salud-La Salle del Ayuntamiento capitalino, más diversas marcas patrocinadoras como FUENTE ALTA y SUBWAY que han querido renovar su apoyo. Mención especial a los pequeños y medianos empresarios locales que han aportado los regalos del concurso: JUGUETERÍA UNO:DOCE, LA ISLA LIBROS, CANARYBOOKS, FAVEGO y PASTELERÍA DÍAZ.
El museo acoge la mayor cantidad de fondos relacionados con la Gesta del 25 de julio, algunas piezas de enorme valor histórico como las dos banderas originales capturadas a los ingleses durante el ataque de Nelson. Y el cañón Hércules, que estuvo más de 300 años en el desaparecido castillo de San Cristóbal (hoy Plaza de España) y que data del siglo XVI, un cañón que intervino en la defensa de la ciudad contra los ataques de Blake (1657) y Jennings (1706), antes del tan nombrado asalto de Nelson, y que también se saldó con la victoria de los canarios.
Los dibujos de los niños destilan espontaneidad, y aunque uno pudiera pensar que están lejos de acertar en cuanto al rigor histórico, lo cierto es que sus creaciones encierran datos valiosos. La antigua pila o fuente de la plaza principal de Santa Cruz (la Plaza de la Pila, hoy Plaza de la Candelaria), rodeada de aguadoras, es uno de tantos escenarios de acción de un perro llamado Tigre y su dueño Bruno, uno persiguiendo una mariposa mientras el otro no sale de su asombro al descubrir que están perdidos en el tiempo, ¡doscientos años atrás, en su propia ciudad!
Esa es la historia que los niños escuchan durante la visita en el aula, el cuento con el que Carlos Miranda se vale para entretener y a la vez educar. Dar a conocer singularidades sobre cómo se vestía en la época, los oficios que existían, qué se comía, qué aspecto podría haber tenido la Santa Cruz de finales del siglo XVIII. O también describir el famoso asalto del Almirante Horacio Nelson pero desde la perspectiva de Bruno, un niño del siglo XXI que vive en directo el episodio bélico e intenta sobrevivir a los cañonazos y trifulcas callejeras que se vivieron durante la defensa del puerto y plaza de Santa Cruz, aquella fatídica noche del 24 al 25 de julio de 1797.
La convocatoria del concurso se realiza por cuarto año consecutivo. La exposición se compone de los 100 dibujos seleccionados en el 2014, de entre los cuales solo 9 han sido los ganadores. A los 1.688 escolares visitados este año se suman los de años anteriores, alcanzando hasta la fecha la cifra total de casi 5.000 escolares que ya conocen las andanzas de Bruno y Tigre por Santa Cruz del siglo XVIII. Esto convierte a “Tigre 1797” en uno de los proyectos divulgativos con más impacto de los últimos años en Canarias. Una propuesta de innovación educativa, en cuanto a enseñanza de temas relacionados con la historia de Tenerife. Desde su gestación, en verano de 2010, el proyecto ha contado con el reconocimiento del Gobierno de Canarias, Cabildo de Tenerife y Ayuntamiento de Santa Cruz.
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